Costa Peruana: Mejores lugares que visitar
Descubre la Costa Peruana
Con una diversidad natural tan increíble, los viajeros en Perú tienen la opción de ver todo, desde los impresionantes Andes, la aventura amazónica, una gran cantidad de sitios históricos o mi favorito personal: la hermosa costa. En los últimos años, cada vez más visitantes descubren la belleza y la relajación que la costa peruana tiene para ofrecer. Los siguientes son algunos de los lugares favoritos y mis recuerdos personales de vacaciones en Perú al viajar por la impresionante costa. Todos son perfectamente válidos como lugares turísticos de la costa peruana para niños.
De Norte a Sur
Zorritos
Los visitantes pueden llegar a la tranquila ciudad costera de Zorritos a través de Tumbes, que está a solo 35 km al norte en la Carretera Panamericana. Aunque algo angosta al lado de la autopista, la playa es bastante hermosa con arena blanca y pintorescos hoteles boutique a lo largo de la costa. El pueblo en sí es extremadamente pequeño y si parpadea, es posible que se lo pierda mientras conduce. Aquí frecuentamos fantásticos restaurantes de mariscos y pasamos varios días disfrutando de la paz y la tranquilidad del tranquilo pueblo de pescadores. Lo más destacado de nuestra estadía fue explorar el cercano Santuario Natural de Manglares en Tumbes. Aproximadamente a una hora en automóvil de Zorritos, un bote de bajo costo nos llevó alrededor del santuario donde tomamos fotos de miles de aves, cocodrilos en su hábitat protegido en la Isla de Aves, y almorzamos en una pequeña isla aislada.
Punta Sal
Viajando más al sur por la Panamericana, se encontrará con la sinuosa bahía de Punta Sal. Otro pueblo de pescadores tranquilo y amigable, Punta Sal cuenta con afloramientos rocosos y aguas cálidas y cristalinas. La playa es extensa y dado que el surf no es ideal en esta área, los nadadores tienen aguas abiertas para ellos solos. Numerosos hoteles y un par de resorts más grandes salpican la costa. La ciudad en sí no está directamente en la panamericana, por lo que las cosas son más tranquilas y amigables para los peatones. Después de varios días de descanso en la playa entremezclados con la observación ocasional de ballenas, nos forzamos a seguir adelante y continuar hacia el sur.
Máncora
Aunque está ubicado de manera similar directamente fuera de la Carretera Panamericana, Máncora es bastante diferente de sus vecinos del norte. Este pintoresco pueblo turístico atrae a una multitud animada y ofrece un excelente surf. Por la noche, Máncora cobra vida con varios bares de playa y lugares de baile. Saboreamos la playa durante las tranquilas horas de la tarde tomando una bebida fría y esperando la puesta del sol. Un poco lejos de Máncora, pero sin duda vale la pena visitar, están los dos pueblos de Cabo Blanco y Lobitos. Es difícil llegar a Cabo Blanco, pero es único por su belleza pacífica e historia. La ciudad es mundialmente conocida por la pesca, además de ser el lugar donde Ernest Hemingway escribió una de sus novelas más famosas, «El viejo y el mar». Se puede acceder al aislado Lobitos a través de Talara y, de manera más simple, un paraíso para los surfistas.
Trujillo / Huanchaco
Continuando hacia el sur, eventualmente llegará a Trujillo y al pueblo vecino de surf y pesca de Haunchaco. Trujillo es bastante grande y tiene una gran Plaza de Armas colorida y varios sitios arqueológicos históricos fascinantes cercanos. En Huanchaco disfrutamos viendo surfistas experimentados que aprovechan las grandes olas y los pescadores a lo largo de la costa haciendo embarcaciones tradicionales de caña a mano.
Lima
Es imposible mencionar la costa peruana sin decir algo sobre Lima. Aunque actualmente te encuentres en pleno invierno aquí en Lima con una capa de nubes constante, la costa de la ciudad con sus acantilados gigantes sigue siendo impresionante. Varios lugares, desde Miraflores hasta Barranco, ofrecen un excelente acceso al surf, restaurantes y vistas ideales de los numerosos parapentes que flotan en los acantilados.
Paracas
Continuando por Lima varias horas y te encontrarás en Paracas. Un pueblo pequeño y animado en la costa, Paracas está ganando notoriedad rápidamente por sus resorts y fácil acceso a todo tipo de actividades de aventura. Los visitantes pueden pasar el tiempo probando el pisco tradicional (un brandy peruano hecho en toda la región), corriendo por el desierto en buggies de arena o saltando en botes diarios que se dirigen a las Islas Ballestas. Un favorito personal mío es el viaje a las Islas junto con una parada rápida en la Reserva Nacional de Paracas, ambos con abundante vida silvestre.
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